“No solo asignamos la más alta prioridad de nuestros esfuerzos y gestión al desarrollo del H2V y de e-fuels (combustibles sintéticos), también estamos muy activos en el desarrollo de soluciones BESS (Battery Energy Storage System), con tecnologías muy avanzadas”, enfatiza Ludwig Hecker, CEO de Ferrostaal Chile.
En marzo pasado Chile recibió a más de 30 empresas alemanas y centros de investigación, a fin de explorar el potencial del H2V en el país, precisa el ejecutivo. “Junto al gobierno bávaro y la Cámara Chileno-Alemana AHK Chile, no hemos descansado estructurando acciones y alianzas para dar forma a polos de producción y desarrollos de mercado enfocados en e-fuels. Ello como parte de nuestra estrategia por la descarbonización”.
Asimismo, como un gran hito califica Hecker el acuerdo entre Ferrostaal e Ineratec, para producir e-fuels en Chile. “Esta colaboración nos permitirá aprovechar el enorme potencial de energía renovable del país y generar combustibles limpios y sostenibles. Además de ser vitales para la transición energética, representan una oportunidad para expandir el ecosistema de las energías renovables”.
Combustibles verdes y desafíos
“El desafío es lograr las condiciones de base, ya que la disponibilidad y costo del H2V juegan un rol preponderante. Luego, hay que asegurar el acceso a fuentes de CO2, captarlo y usarlo en el proceso de power to liquid. Ello requiere de modelos colaborativos público-privados que activen inversiones, encadenamientos virtuosos y compromisos de conversión y consumo. En síntesis, lograr que oferta y demanda conversen en un ecosistema de innovación para descarbonizar”, explica el directivo.
“En este sentido, Ferrostaal será un actor facilitador e integrador de la mano con Ineratec”, asevera Hecker. “Con la ayuda de Ferrostaal, Ineratec está construyendo la mayor planta de e-fuel en Frankfurt y estamos convencidos de que la próxima planta se construirá en Chile, reemplazando los combustibles fósiles para el transporte marítimo, aéreo y terrestre”.
“Uniendo fuerzas podemos contribuir significativamente a la lucha contra el cambio climático, apoyando a Chile en su avance hacia un futuro más sostenible”, recalca el CEO.
Oportunidades en transición energética
El potencial de energías renovables de Chile alcanza una capacidad estimada que supera los 1.300 GW en recursos solares, eólicos e hidroeléctricos, apunta Hecker, “y los combustibles verdes podrían sustituir hasta el 20% del actual consumo en combustibles líquidos del país al 2040. Para lograrlo la legislación y voluntad política ya existen”.
“Adicionalmente, la tecnología BESS, donde promovemos baterías de flujo orgánico tipo REDOXFlow de gran capacidad, permitirá utilizar más eficientemente la energía producida en plantas fotovoltaicas y eólicas, inyectándola al sistema nacional de transmisión y reforzando la seguridad y continuidad del suministro, en medio del retiro de las centrales a carbón”, sostiene el CEO.
De hecho, la tecnología de baterías de flujo orgánico está disponible y ya está operando en varios complejos europeos, concluye Hecker.